Cinemorelia

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Esas películas que nos hacen sentir niños nuevamente, que nos hace creen en fantasías y en todo lo que se nos propone, mientras mas imaginativo e incoherente, mejor. Para describir mejor esta película, basada en un manga, así como si se tratase de describir este mismo, podría empezar a enumerar ciertos puntos a destacar:
- Armas vikingas como hachas y martillos.
- Un negro grandote que lleva una espada gigante apoyada en su hombro, al mejor estilo del personaje del videojuego Final Fantasy VII.
- Un extraño personaje arrastrando un ataúd mediante cadenas, a quien lo acompaña una niña pequeña vestida de princesa.
- Ninjas y guerreros samuráis.
- Un guerrero que utiliza una katana y un revolver, muy al estilo del videojuego Devil May Cry. Este guerrero, además, carga una bazooka.
- Tonfas que disparan municiones por uno de sus extremos, como si fuesen pistolas automáticas.
- Dos extrañas gemelas que luchan y se mueven misteriosamente al unísono.
- Guerreros en motocicletas camufladas.
- Una poderosa mujer samurai que aparece y desaparece de entre la niebla.
- Muñecos de trapo animados con la técnica del Stop Motion.
- Vampiros ninja que atan a sus victimas a los árboles, hasta que estos los consumen, logrando que la victima se mimetice y se fusione con el árbol.
- Zombies con ropas negras casi invencibles.
- La vaina de una katana que dentro no tiene la hoja de la espada, sino que esconde el caño de un rifle, siendo así un interesante arma de fuego.

Ahora quizás entiendan un poco más cuando me refiero a la imaginación y a la visión de un niño. Pero la película no es solo eso, personajes extravagantes y armas imaginativas. La historia trata sobre un ataúd que se encuentra bajo el cuidado de los monjes de un templo. Los rumores cuentan que este ataúd puede cumplir los deseos de quien lo lleve a cierto lugar determinado. Pero los rumores no son ciertos: la leyenda cuenta que el ataúd tiene atrapada a La Diosa de la Destrucción, y si el ataúd se llega a abrir, dicha diosa será liberada y habrá solo un elegido que pueda vencerla. Un monje del templo es enviado para recuperar el ataúd luego de que este es robado, y, mostrándonos el viaje del monje, es donde aparecen todos los personajes mencionados antes. Todo el film es si tiene mucha influencia de mangas, animes e incluso de videojuegos. Su estructura narrativa y su despliegue visual lo corroboran. La fotografía es excelente. Si bien no se destacan los colores por su brillo, se destacan en si por recrear cada clima o situación que se nos quiere mostrar, aunque por momentos, se utilizan filtros para exagerar o resaltar paisajes y colores. Hay una interesante mezcla de épocas, armas y personajes, creando como una dimensión donde nuestra realidad poco tiene que ver. También podemos encontrar muy buenas escenas de acción, que mezclan los más variados estilos de lucha, como Kung Fu, Aikido, Capoeira, Judo y otros. Aunque en este apartado vemos una de las pocas fallas, ya que en algunas escenas, quizás por descuidar los detalles, las luchas parecen un poco tontas o fingidas.
El director de la película, Yûji Shimomura, fue también director del videojuego Devil May Cry 3, y entre otras pequeñas reseñas en el cine, hizo también de actor de captura de movimientos para juegos como Onimusha 3. Los actores son: Tak Sakaguchi (Shinobi, Azumi 2: Death or Love, The Messenger), Ben Hiura (Zatôichi) y Kentaro Seagal… si, el hijo de Steven Seagal, inolvidable protagonista de películas como Nico, Marcado para la Muerte, Furia Salvaje y Dificil de Matar, que luego empezó a actuar en cuanta película de acción le ofrecían y su carrera cayo estrepitosamente.
Con excelentes minutos finales apocalípticos, una destacada edición y efectos digitales que si bien no sobresalen por su calidad, importan por sus metáforas, y una música enloquecidamente hardcore que le da el toque final a las escenas, el director de este film logra hacer un entretenimiento puro para quienes gozan de la fantasía extrema.

Lucas Robledo.

Puntuacion: 8/10




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