El orfanato, dirigida por el español Juan Antonio Bayona y coproducida por el mexicano Guillermo del Toro, inaugurará este martes el Festival Internacional de Cine Fantástico de Neuchatel (Suiza) , cuya séptima edición homenajea al cine surcoreano y a las producciones en tres dimensiones (3D).
La cinta de terror hispano-mexicana estrenará el nuevo cine al aire libre junto al lago Neuchatel, con capacidad para quinientos espectadores y en el que se proyectarán Hot Fuzz y el largometraje surcoreano The Host.
El festival, que durará hasta el próximo día 8, dedicará una retrospectiva al cine surcoreano en la que se proyectará el último trabajo de Park Chan-wook, I'm a Cyborg but That's OK, así como el previo Old Boy, ganador del Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes en 2004.
En este ciclo, en el que podrán verse cintas surcoreanas de los últimos cuarenta años, también se proyectarán City of Violence y otros títulos de Ryu Seung-wan.
Nueve de los largometrajes asiáticos más recientes participarán en una competición especial para filmes de ese continente, como Mushi-shi, del maestro del manga (cómic japonés) y el anime (dibujo animado nipón) Katsuhiro Otomo, el western tailandés Dynamite Warriors y el primer film paquistaní sobre zombies, Hell's Ground.
Asimismo, los asistentes podrán viajar a la edad de oro del cine en tres dimensiones, entre los años cincuenta y setenta, a través de cinco películas en ese formato, entre las que destacan House of Wax (1953), Creature from the Black Lagoon (1954) y Flesh for Frankenstein, producida por Andy Warhol en 1973.
Por otro lado, una docena de películas de nueve países, como la británica 28 Weeks Later, del español Juan Carlos Fresnadillo, y la argentina La antena, de Esteban Sapir, participarán en la competición internacional, de cuyo jurado formará parte el director español Jaume Balagueró.
El film que cerrará la competición será Black Sheep, inspirada en una cinta de bajo presupuesto de Peter Jackson, Bad Taste (1987), aunque en este caso no serán los extraterrestres quienes amenacen a los habitantes de Nueva Zelanda, sino ovejas asesinas modificadas genéticamente.
Paralelamente, se celebrará un simposio sobre cómo las imágenes digitales afectan la percepción de la realidad, una conferencia sobre la música como elemento fundamental en el cine fantástico y un debate sobre las interacciones de ese género con la política.
La cinta de terror hispano-mexicana estrenará el nuevo cine al aire libre junto al lago Neuchatel, con capacidad para quinientos espectadores y en el que se proyectarán Hot Fuzz y el largometraje surcoreano The Host.
El festival, que durará hasta el próximo día 8, dedicará una retrospectiva al cine surcoreano en la que se proyectará el último trabajo de Park Chan-wook, I'm a Cyborg but That's OK, así como el previo Old Boy, ganador del Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes en 2004.
En este ciclo, en el que podrán verse cintas surcoreanas de los últimos cuarenta años, también se proyectarán City of Violence y otros títulos de Ryu Seung-wan.
Nueve de los largometrajes asiáticos más recientes participarán en una competición especial para filmes de ese continente, como Mushi-shi, del maestro del manga (cómic japonés) y el anime (dibujo animado nipón) Katsuhiro Otomo, el western tailandés Dynamite Warriors y el primer film paquistaní sobre zombies, Hell's Ground.
Asimismo, los asistentes podrán viajar a la edad de oro del cine en tres dimensiones, entre los años cincuenta y setenta, a través de cinco películas en ese formato, entre las que destacan House of Wax (1953), Creature from the Black Lagoon (1954) y Flesh for Frankenstein, producida por Andy Warhol en 1973.
Por otro lado, una docena de películas de nueve países, como la británica 28 Weeks Later, del español Juan Carlos Fresnadillo, y la argentina La antena, de Esteban Sapir, participarán en la competición internacional, de cuyo jurado formará parte el director español Jaume Balagueró.
El film que cerrará la competición será Black Sheep, inspirada en una cinta de bajo presupuesto de Peter Jackson, Bad Taste (1987), aunque en este caso no serán los extraterrestres quienes amenacen a los habitantes de Nueva Zelanda, sino ovejas asesinas modificadas genéticamente.
Paralelamente, se celebrará un simposio sobre cómo las imágenes digitales afectan la percepción de la realidad, una conferencia sobre la música como elemento fundamental en el cine fantástico y un debate sobre las interacciones de ese género con la política.
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