Cada maestrillo tiene su librillo y Alex Proyas tiene uno tomo forrado de cine a su medida alejado de los grandes estudios comelotodo de Hollywood. El no muy prolífico director, lleva casi 15 años trabajando por la ciencia ficción moderna y no es que tenga una filmografía para tirar cohetes en cuanto a cantidad, es sin embargo uno de los mejores representantes de la originalidad y el buen hacer con los medios bastante justos. Tras poner una muy personal pica de tintes oscuros y góticos en sus anteriores proyectos, el film comiquero El cuervo (1994), la fantástica y de culto Dark City (1998), o la no tan fabulosa Yo, robot (2004), el director nacido en Egipto pero de mayor presencia griega y australiana nos presenta su nueva incursión en la ciencia ficción moderna… la saludable y muy disfrutable Señales del futuro (2009).
Dejando claro que no se trata de su mejor película, la cima alcanzada con Dark City siempre será difícil de superar o incluso simplemente alcanzar, Señales del futuro es un ejemplo de buena ciencia ficción, con una dosis de tensión que manejada con habilidad no deja respirar al espectador durante las dos horas de duración, y donde se nos ofrecen alguna de las secuencias más impactantes vistas en el cine desde hace mucho tiempo. La historia nos lleva a mediados de los años 50. Una joven niña con algún tipo de problema anota en un papel una serie de números sin mayor sentido que acaban formando parte de un proyecto escolar en forma de cápsula del tiempo. Pasan cinco décadas, celebraciones varias, y una casualidad lleva al profesor del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) John Koestler, un muy notable Nicholas Cage en uno de sus mejores papeles de los últimos años, a descubrir en la inconexa lista numérica un patrón oculto de letales consecuencias. En un momento de tormenta de ideas regada con whisky, Koestler descubre que ciertas secuencias aisladas de la larga lista coinciden siniestramente con fechas de grandes desastres y atentados con destacadas cifras de muertos entremedias. Desde este punto Proyas nos lleva a la desesperada búsqueda de las razones que explique lógicamente el patrón numérico encontrado y las consecuencias que traerá… la lista no ha alcanzado su fin y todavía contiene tragedias futuras.
Proyas vuelve a ofrecer un producto de autor, muy personal y que circula entre el terror de mejor sello, sorprende este punto, y la ciencia ficción más trabajada. El guión del escritor Ryne Douglas Pearson, Juliet Snowden y Stiles White, basado en una idea del primero, viene a levantarnos el ánimo y seguir creyendo que las ideas originales y totalmente convincentes son todavía posibles. Sin grandes artificios, apoyándose más en la quietud y la desesperación por el desconocimiento a lo que nos depara el futuro, además de contar con secuencias de efectos digitales bastante impactantes, Señales del futuro te mantiene en tensión y agarrado a la butaca del cine, intentando saber hacia donde quiere llevarnos el director sin ofrecer un ápice de información que nos acabe por desvelar la verdad del secreto oculto en la secuencia numérica. Eso si, todo lo bueno que nos ofrece Señales del futuro podría ser considerado casi perfecto si el film durara 5 minutos menos. Me cuesta comprender como la veteranía no es un grado en el cine mundial, hay veces que en este arte lo mejor es no explicar, hacer uso del manido MacGuffin y dejar al espectador con la boca abierta y con esa sensación de… "joder como ha molado". Proyas habría firmado un mejor film si no hubiera querido justificar las razones y hubiese optado por ofrecer un drástico fundido en negro. Id a verla, un buen entretenimiento para ir cerrando la Semana Santa.
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