Cinemorelia

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Por Pahko Moreno / Espanto 



Alejandra es una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos junto a su marido Ángel en Guanajuato. Su hermano Fabián es enfermero en un hospital local. Sus vidas provincianas son alteradas con la llegada de la misteriosa Verónica. El sexo y el amor son frágiles en ciertas regiones donde existen los valores familiares y la hipocresía, la homofobia, y el machismo son fuertes. Verónica les convence de que en el bosque cercano, en una cabaña aislada, existe algo que no es de este mundo pero que es la respuesta a todos sus problemas. Es algo a cuya fuerza no se pueden resistir y con lo que deben hacer paz o sufrir su ira.

“Esta es la cuarta película que hago y siempre han sido aterrizadas, viviendo el momento histórico; muy apegado al mundo en el que vivimos. Esta película fue escrita en 2 o 3 versiones sin elementos fantásticos, no me sentía satisfecho con lo que quería contar, hasta que pusimos al monstruo como una metáfora de lo que vivían los personajes, ahí surgió colocar es escenario en el campo; le encontré sentido.

¿El monstruo? México vive con un monstruo de violencia sexual (quise materializar a la criatura), también abordo el rechazo sexual, la violencia sobre la mujer.
Possesion de  Andrzej Zulawski si fue una referencia. Al inicio, la criatura se concibió diferente, el diseño cambió de forma por necesidad. Crecí con cine de Argento, Buñuel y Werner Herzog. No conozco el género japonés hentai, aunque me han preguntado que si fue referencia para mi filme.”




El prejuicio, la doble moral, la rutina y la exploración sexual llevan al límite a los personajes que pueden habitar cualquier ciudad de México. Amat plantea la obsesión como un acto que puede poner en peligro la vida del adicto sexual; la doble vida y la doble moral. Escalante experimenta tímidamente con un género que solo resulta interesante por el morbo; Sin embargo, no cruza la línea.


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