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Por Naoto Okamura

TOKIO (Reuters) - El japonés Hayao Miyazaki, director de la premiada "El viaje de Chihiro," volvió a ganarse los corazones del público japonés, en esta ocasión con una historia sobre una sirena que no tardará en proyectarse en el resto del mundo.

En su primer mes en los cines, "Gake no Ue no Ponyo" 崖の上のポニョ("Ponyo sobre el acantilado" en traducción literal), sobre la amistad entre un niño de cinco años y una niña sirena que quiere vivir en su mundo, se ha convertido en una de las películas japonesas más populares en el país asiático.

Las ventas de entradas han superado los 10.000 millones de yenes (unos 91 millones de dólares), y la canción principal de la película es el tono de llamada de miles de teléfonos móviles japoneses.

Según la distribuidora japonesa, Toho, la película se proyectará en el Festival de Cine de Venecia, que comienza la semana que viene, y después será distribuida en Estados Unidos, aunque no se han fijado los detalles.

"Está llena de sueños. Creo que mucha gente busca algo como esto," dijo Miyuki Ueda, de 39 años, que la vio con sus hijos y la definió como "conmovedora."

Miyazaki ha dirigido una serie de películas de animación que han ayudado a revivir la industria japonesa del cine, dirigiendo tres de las cinco películas más taquilleras en Japón de los últimos siete años, según las cifras de la Asociación Japonesa de Productores de Cine.

Al igual que con "El viaje de Chihiro," del 2001, sobre una niña que entra en un mundo fantástico y que ganó el Oscar a la mejor película de animación en el 2003, este respetado cineasta sedujo a los cinéfilos japoneses con "El castillo ambulante," del 2004, sobre un niño hechicero que lucha por la justicia en un mundo mágico y "La princesa Mononoke," otra historia fantástica de 1997. El argumento de su nueva creación es similar al cuento "La Sirenita" de Hans Christian Andersen, en el que también se basó la conocida película de Disney de 1998 del mismo nombre.

"Miyazaki sigue creando películas de animación dibujando a mano. En ese sentido, sus trabajos son animación de estilo antiguo," apuntó el crítico de cine Ryusuke Hikawa. "Pero eso es lo que los hace atractivos para todos."

En el 2006, las películas extranjeras vendieron más entradas que las japonesas en los cines nipones por primera vez en 21 años.

Aunque Miyazaki no estrenó ninguna película ese año, su hijo Goro Miyazaki sí tomó el relevo en la tradición familiar con "Cuentos de Terramar," una película de animación basada en una saga de libros sobre magos escrita por la estadounidense Ursula K Leguin.

Fue la película de mayor recaudación bruta del año en Japón.



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