La Academia de Hollywood, que a veces es medio sabia, ha hecho bien en rectificar y poner en perspectiva su heroica decisión de hace un par de años de subir de cinco a diez el número de cintas que optaban al Oscar a la Mejor Película. Una medida que tendía lazos y guiños cómplices con un pasado glorioso que, evidentemente, nunca volverá a repetirse en la moderna Babilonia.
Ahora, el festín ha terminado y la Academia obligará a cualquier película que quiera optar al premio gordo de la terna de «supernominadas» a obtener un 5% de los votos en primera ronda y más de 50% en la ronda final. Esto es, un mínimo de cinco (como antes) y un máximo de diez filmes serán los elegidos para cerrar la noche estelar con el «muñeco» más preciado. Así se evitan situaciones tan extrañas como que «Winter’s bone» y «Los chicos están bien» optasen al Oscar a la Mejor Película este año con solo tres nominaciones más en su haber (y ni siquiera rascaron estatuilla) o, sobre todo, que en la edición del año pasado (primera en aplicar esta norma desde la década de los 40) se diera el disparate de ver dos filmes como «Un tipo serio» y «The blind side» con solo otro nominación más a sus espaldas codeándose con «Avatar» y «En tierra hostil» en dicha zona noble.
Hablando de noblezas, la idea original era encomiable (premiar a las producciones independientes y de género que suelen quedar apartadas del pastel principal para conformarse con pedreas técnicas), pero con solo dos años de experiencia se ha demostrado que las rutinas y vicios de votación están más que consolidados y que, por mucho que «Up» o «Toy Story 3» figuren entre las diez principales, y Pixar suela despachar los más notables filmes del año, un dibujo animado nunca ganará un Oscar a la Mejor Película, básicamente porque ya existe una categoría especializada. Así que cada mochuelo a su olivo y nada de redondear al alza. Aunque, tampoco hay que echar las campanas al vuelo, porque tal vez vuelvan a nominar a diez películas y el farol que han lanzado hoy se quede en chamusquina. ¿Alguien se acordará de aquí a febrero?
Información de http://www.abc.es
Ahora, el festín ha terminado y la Academia obligará a cualquier película que quiera optar al premio gordo de la terna de «supernominadas» a obtener un 5% de los votos en primera ronda y más de 50% en la ronda final. Esto es, un mínimo de cinco (como antes) y un máximo de diez filmes serán los elegidos para cerrar la noche estelar con el «muñeco» más preciado. Así se evitan situaciones tan extrañas como que «Winter’s bone» y «Los chicos están bien» optasen al Oscar a la Mejor Película este año con solo tres nominaciones más en su haber (y ni siquiera rascaron estatuilla) o, sobre todo, que en la edición del año pasado (primera en aplicar esta norma desde la década de los 40) se diera el disparate de ver dos filmes como «Un tipo serio» y «The blind side» con solo otro nominación más a sus espaldas codeándose con «Avatar» y «En tierra hostil» en dicha zona noble.
Hablando de noblezas, la idea original era encomiable (premiar a las producciones independientes y de género que suelen quedar apartadas del pastel principal para conformarse con pedreas técnicas), pero con solo dos años de experiencia se ha demostrado que las rutinas y vicios de votación están más que consolidados y que, por mucho que «Up» o «Toy Story 3» figuren entre las diez principales, y Pixar suela despachar los más notables filmes del año, un dibujo animado nunca ganará un Oscar a la Mejor Película, básicamente porque ya existe una categoría especializada. Así que cada mochuelo a su olivo y nada de redondear al alza. Aunque, tampoco hay que echar las campanas al vuelo, porque tal vez vuelvan a nominar a diez películas y el farol que han lanzado hoy se quede en chamusquina. ¿Alguien se acordará de aquí a febrero?
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